¿Mi hij@ come mucho azúcar?

Escrito el 21/08/2020
COLEGIO SALUDABLE


Consumir azúcar es fundamental para activar nuestro metabolismo siempre y cuando provenga de las frutas y alimentos naturales no procesados. El problema que sufre la humanidad en la actualidad con este producto es que se ha descontrolado su consumo.

La Asociación Americana del Corazón recomienda no consumir más de 24 gramos de azúcar añadida por día. Lo equivalente a 6 cucharaditas o 100 calorías, mucho menos de lo que contiene una lata de gaseosa. Sin embargo, estudios de investigación como el estudio ANIBES en 2017, recogió que el consumo de azúcares totales en edades comprendidas entre 9 y 12 años alcanza los 91,6 gr al día (ver imagen)


"Los expertos aseguran que un niño antes de los 10 años ya ha consumido tanta azúcar como para afectar su organismo y desarrollar enfermedades futuras como diabetes".

La Asociación Americana del Corazón recomienda no consumir más de 24 gramos de azúcar añadida por día. Lo equivalente a 6 cucharaditas o 100 calorías, mucho menos de lo que contiene una lata de gaseosa. Sin embargo, estudios de investigación como el estudio ANIBES en 2017, recogió que el consumo de azúcares totales en edades comprendidas entre 9 y 12 años alcanza los 91,6 gr al día (ver imagen)



Sin duda, el problema reside principalmente en los azúcares añadidos. El estudio ANIBES calculó que de los 91,6 gr de azúcar que se consumen al día, 42,9 gr son intrínsecos. Es decir, los propios del alimento, por ejemplo el que compone la fruta o las verduras sin haber sido procesadas ni manipuladas. Por otro lado tenemos que 48,7 gr se corresponden a los azúcares añadidos. Estos son los que se añaden a los alimentos y bebidas durante la manipulación o procesado.



Los grupos de edad más propensos a exceder la recomendación de la OMS eran el de los niños (9-12 años) y el de los adolescentes (13-17 años). Según el estudio científico ANIBES, se requieren esfuerzos urgentes para mejorar la calidad de la alimentación diaria en las poblaciones más jóvenes donde sus patrones y tendencias sean motivo de preocupación, ya que el consumo de azúcares añadidos está altamente asociado con obesidad, factores de riesgo cardiovascular, diabetes o síndrome metabólico, lo que ha hecho que su papel en la alimentación haya ganado relevancia, sobre todo en los últimos años.