Ya conocemos los múltiples beneficios que presenta basar nuestra alimentación en vegetales, para la mayoría de la población. Sin embargo, hemos de saber que no todos los nutrientes se aprovechan de la misma manera.

Cuando cocinamos los alimentos, los sometemos al calor, lo que por un lado degrada algunas vitaminas, pero también rompe paredes celulares que facilitan la liberación de otros nutrientes interesantes; los introducimos en agua por lo que algunos minerales se disuelven; los cocinamos con grasas, por lo que algunos nutrientes ‘liposolubles’ (es decir que se disuelven en grasa) se liberan y absorben más fácilmente…

En este nutritip podemos observar las principales diferencias, unas más ventajosas y otras desfavorables, a la hora de cocinar vegetales o de consumirlos crudos. Aunque lo más importante es encontrar el equilibrio y disfrutar de lo que comemos (si no nos gusta el brócoli o el ajo crudos, es mejor tomarlos cocinados que no incluirlos), tener en cuenta la elaboración recomendada de ciertos vegetales nos puede aportar un plus de nutrientes en nuestra alimentación.