ALIMENTACIÓN EN NIÑ@S .-RECOMENDACIONES GENERALES

Escrito el 15/08/2020
COLEGIO SALUDABLE


 

Actualmente es muy complicado entender el significado de alimentación saludable ya que diariamente aparecen productos nuevos en el mercado con mensajes específicos para niños, ricos en algún tipo de mineral, vitamina o fibra.

 

Constantemente nos bombardean con anuncios a través de los medios de comunicación, marquesinas, expositores de supermercados con aquellos alimentos que terminamos comprando pensando que son saludables para los niños.

 

Los padres somos los mayores responsables de lo que comen nuestros hijos por tanto es importante entender que, si bien los niños tienen una serie de requerimientos nutricionales diferentes a los adultos, los alimentos que estos deben consumir son los mismos que debe consumir cualquier adulto sano. Es decir, NO existen, en términos de salud o necesidad, los alimentos ‘para niños’.

 

Dentro del periodo escolar podemos distinguir tres etapas importantes, donde la alimentación tiene gran protagonismo y condicionará el desarrollo y crecimiento de nuestros hijos:

 


PREESCOLARES (DE 3 A 6 AÑOS)

 

En esta etapa los niños sufren un crecimiento estable (lento y mantenido). El inicio del desarrollo psicomotor y social hace que comiencen a imitar a sus padres o familiares, por lo que debemos darles buen ejemplo de lo que es alimentarse de forma correcta y saludable ya que en esta etapa se consolidan los hábitos nutricionales.

 

Los más pequeños comienzan a desarrollar las habilidades manipuladoras que les permiten comer solos, no solo con la mano sino que ya saben manejar los cubiertos y pueden masticar sin problemas, así que es un buen momento para ir incluyendo alimentos enteros, si no se ha hecho anteriormente (baby led weaning) o incluir aquellos más difíciles de masticar (sobre todo verduras fibrosas o crudas, fruta dura o con piel, y frutos secos) y dejar los purés para consumo ocasional. Podemos ofrecerles como primeros platos: verduras, legumbres, pasta, arroz; como segundos platos: pescados, carnes magras, huevos con patatas (preferiblemente cocidas o al horno), ensaladas o guarnición de verduras y postres como frutas y más ocasionalmente leche o derivados lácteos.

 

El agua debe ser la bebida de elección y el pan ocasional y de  acompañamiento. Debemos aprovechar esta etapa para reforzar su gusto por alimentos naturales (materias primas) y cuanto más variedad les ofrezcamos más posibilidades habrá de que en posteriores etapas e incluso en su edad adulta coman de forma saludable y por gusto.

 

Es recomendable que eviten lo máximo posible la introducción de productos ultraprocesados, muy recurridos para la hora del medio día o la merienda. Para estos momentos del día elige una pieza de fruta, verdura, leche entera, yogures naturales, quesos frescos o incluso frutos secos si no presentan alergias o intolerancias.

 


ESCOLARES (DE 7 A 14 AÑOS)

 

En esta etapa el crecimiento es también estable, salvo en los últimos años que comienza a acelerar. Aparecen grandes diferencias entre los niños que se interesan más en actividades deportivas y otros que prefieren actividades sedentarias, como los videojuegos o ver la televisión, ya que empiezan a expresar sus preferencias y tomar decisiones tanto en sus actividades como en su alimentación.

 

Las necesidades energéticas por tanto variarán en función de lo activos que sean o se les haya guiado a ser. También desarrollarán el afán por imitar los gustos, costumbres y hábitos de los adultos, tanto cercanos (familiares) como ídolos (famosos generalmente). Por ello, es fundamental educar y concienciar desde edades muy tempranas por parte de los padres y de sus colegios, los cuales son los responsables de guiarlos para que la elección sea siempre la más adecuada para ell@s.

 

Evita comprar productos ultraprocesados y precocinados, disponiendo siempre de comida real en tu nevera, de esa manera si no los tienen en casa comerán lo que haya disponible.

 


ADOLESCENTES (DE 13 A 17 AÑOS)

 

Probablemente nos encontremos en la etapa más complicada de todas ya que se producen muchos cambios físicos, mentales, emocionales y sociales.  En la pubertad la demanda energética aumenta, pues el crecimiento es más acelerado, y hay que poner especial atención en el aporte de algunos minerales como calcio y vitamina D, ya que intervienen en la maduración ósea, de hierro (especialmente en mujeres por el comienzo del periodo) y zinc. La proteína debe ser de buena calidad y procedente de alimentos naturales como el pescado, carne, huevo y legumbres.

 

Existen varios factores que condicionan los buenos hábitos alimenticios de los adolescentes, como puede ser saltarse las comidas, seguir alguna dieta de moda mal balanceada, optar por comidas rápidas llamadas “comida basura”, el consumo de bebidas alcohólicas por algunos y el consumo frecuente de refrescos. Estos productos aportan energía rápida pero nutricionalmente no tienen valor y el consumo de alcohol y tabaco impiden la correcta metabolización de muchos nutrientes necesarios para el desarrollo normal de nuestro organismo.

 

Si desde la niñez les inculcamos buenos hábitos de vida alimenticios, de actividad física, sueño y emocionales, llegarán a la edad adulta con una probabilidad alta de tener una buena salud.