- Pasar tiempo de calidad con su familia todos los días: hablar, leer, cantar, juegos de mesa, manualidades, pelotas, rompecabezas, etc.
- Pasar más tiempo al aire libre.
- Todos los días dejar tiempo para jugar con su hijo, no llenar su agenda con multitud de actividades extraescolares.
- Involucrar a su hijo en las actividades diarias (actividades familiares de unión y aprendizaje), como cocinar, cultivar un huerto (o unas plantas), pasear al perro, lavar la ropa, limpiar, etc. y permitir que su hijo tenga sus propias tareas.
- Crear una rutina para seguir en casa pero sin demasiado rigor u obligación.